¿Qué tan real es la Astrología Real de Frawley? V - Parte Final - by Angela Voss
(John Frawley, la astrología real, Libros Apprentice, 2000)
Para Frawley la idea misma de espíritus planetarios que se comunican con la humanidad es "totalmente inaceptable para la tradición, blasfema y sin sentido". Una vez más nos encontramos con una estricta actitud intransigente, que recuerda a la condena de san Agustín de que los astrólogos están en comunión con los demonios (aunque las cosas sean correctas ", dice Agustín, esto es debido a la infiltración de los malos espíritus en sus mentes). A pesar de que menciona a Ficino en una luz positiva al principio de su libro, Frawley aquí no presta atención a la magia natural de los astrólogos cristianos renacentistas. La Magia astral de Ficino, llevada a cabo con una piedad y reverencia por las fuerzas vitales del cosmos, se basa en el dador de vida y las fuerzas benévolas de la naturaleza (o supra-naturaleza), activas a través de los planetas, que otorgan los dones de la mente divina a los seres humanos. El gran proyecto de su reforma de la astrología era la redefinirla basada como una actividad del alma (en lugar de una pseudociencia) que operaba a través de la imaginación.
Despreciando a los 'pequeños ogros que pensaban que podían predecir o profetizar con la sola técnica, abogó por un enfoque adivinatorio del simbolismo astrológico que participa plenamente en las facultades del alma del operador, las facultades que él o ella levantaron más allá de las limitaciones de la inferencia racional o de la especulación de los reinos de la imaginación, la inspiración y el "furor divino" de Platón. Este es el reino, 'imaginario', el reino de la imagen simbólica que une a la inteligencia divina con la percepción sensorial, que tiene dificultades para Frawley para concebir como válidas. Una magia planetaria que cultiva la imaginación no trata de la predicción, pero si acerca de la afiliación a los arquetipos como manifestaciones de la vida cósmica (lo platónico en Ficino, pero no lo cristiano, diría que de la vida divina). Este es sin duda el tipo de astrología humanista que está fuertemente influenciado por los practicantes modernos (desde Dane Rudyhar a Liz Greene) Frawley, los desprecia, porque no se trata de predecir los acontecimientos, sino de sanación.
Desde la perspectiva de la "tradición", que depende de una mente fuertemente y no de interpretación participativa racional - (y se podría decir, controlar), la inteligencia autónoma del cosmos puede parece una amenaza. "Pura fuerza planetaria es poderosa y dura", dice Frawley, "si no imposible para regular". Por lo tanto, advierte en contra de los talismanes y otros métodos de atracción, como si de alguna manera consistiera en una influencia importante como un rayo de energía que nos puede causar estragos en la vida. Pero muy bien, ¿cómo cuadra esto con el "lenguaje de las estrellas dadas por Dios? Es el parte de la fuerza planetaria del plan de Dios, y si no, ¿de dónde se originan? ¿Y qué diferencia existe exactamente d entre "fuerza planetaria" y "espíritu planetario '?
A pesar de rechazar la actividad de los intermediarios cósmicos, Frawley acepta encantado la actividad de los ángeles como mensajeros de Dios, y cuando Homero describe la intervención de Palas Atenea en los asuntos de los hombres, sugiere, que bien podría ser entendido como un ángel por un cristiano, musulmán, o Judío, y además, "traducido en la astrología, esto se convierte en un contacto de Mercurio. Todos llevan el mismo mensaje de la misma fuente". Pero espere un minuto, ¿no era "totalmente inaceptable para la tradición" que los espíritus planetarios se comuniquen con la humanidad? ¿O es la analogía es aquí aceptable aporque Mercurio no es realmente un ángel, en un sentido literal, pero parece como tal?
Pero es una alegoría vaga que no les sienta bien a los defensores de la tradición para quienes la astrología es negra y blanca. Por otra parte, Mercurio puede ser visto como un ángel, pero se le conoce como un demonio por los astrólogos pre-cristianos, y los Daimones no tienen nada que ver con la regulación de una autoridad suprema girando la rueda del destino. Uno intuye que Frawley está fuera de su profundidad en la materia, no por lo menos, porque las limitaciones teológicas que se ha fijado simplemente no pueden dar cabida a la experiencia del cosmos viviente.
Otro elemento de la actividad "mágica" es el de la dirección del deseo o la intención de lograr una resultado particular, a la que se le ha dado un modelo terapéutico en la práctica imaginación activa por pensadores tan metafísicos como Henry Corbin y Jung. La misma palabra "deseo" deriva de la de-sidere (de la estrella) y sugiere que el deseo fundamental de la humanidad es volver a conectarse de alguna manera con el cosmos. Los practicantes horarios árabes a menudo declaran que a más firme y más específico sea el deseo del consultante, más clara y más radical será la carta para ese momento. Esta capacidad de respuesta aparente del símbolo para la "intención de la mente" (frase de Ficino) que parece desmentir la suposición de los tradicionalistas que está todo dispuesto independientemente del astrólogo (y muchas veces en contradicción con) y del cliente o la de la participación del astrólogo en el asunto. ¿Qué es lo que está en juego para Frawley, cuando se pregunta si el hombre que debe venir para la reparación llegará a tiempo?
¿Ha buscado el alma durante tres días para determinar la gravedad de su pregunta (como lo recomendaban los astrólogos árabes) y es el tema de importancia directa para el desarrollo de su destino? Probablemente no, pero él pudo haber tenido un fuerte deseo de permanecer en el baño por la mañana. El se queja que "La limitación de la horaria", "no funciona mecánicamente. Si él pregunta acerca de mi barbacoa o del tiempo en verano se adentra en la cabeza de su propia voluntad, una carta horaria dará un juicio exacto." Sin embargo, muchos pensamientos vagarán en la cabeza de la gente además del tiempo y barbacoa, y un sobre muchos asuntos, y es difícil ver por qué estos pensamientos errantes, inevitablemente, deben dar lugar a horarias eficaces de una manera que es diferente de una pregunta "mecánica", para Frawley significa lo que sea. Él no ve que no es una cuestión 'mecánica' o consultas voluntarias pero el símbolo puede revelar u ocultar en cualquier momento de la interpretación, pero dará más poder e importancia por el procedimiento ritualistico de "ir a consultar el oráculo”. Hay un gran peligro de que la interpretación de las horarias para uno mismo se conviertan en un ejercicio solipsista (creencia metafísica de que lo único de lo que uno puede estar seguro es de la existencia de su propia mente) como apariencia de una objetividad, el "verdadera" deseo bien puede ser discernido con más precisión q por el planteamiento de la pregunta a un tercero astrólogo.
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