El General Stanley ofreció sus declaraciones a la revista Rolling Stone, lo que no calculo bien, tal vez, que terminaran por complicarle su designación como comandante al mando de las fuerzas militares de los Estados Unidos acantonadas en Afganistán. La Carta que analizamos es la del momento de la reunión del General con el presidente Barak Obama. Todo hacía presumir que el General sería relevado de su cargo, otros por el contrario, lo consideraban imposible y totalmente inconveniente para los intereses de los Estados Unidos en la región donde ahora mismo se disputa una guerra que no parece tener fin.
- Tema: Situación General Mcchrystal
- Fecha: Junio 23 de 2010
- Hora: 14:04 GMT
- Lugar: Washington – USA
- Longitud: 77º W 01’ 42”
- Latitud: 38º N 53’ 48”
- Diferencia GMT: 00:00
- Sistema de Casas: Placidus
- Ascendente: 24º23’ de Leo
El Sol, símbolo de autoridad, del poder y fuerza, representará al General Stanley, ahora cuestionado. Lo observamos ubicado en Cáncer, viniendo desde Géminis y rodeado por Mercurio, lo que encaja bien con aquello de que ha ofrecido ciertas declaraciones en la revista Rolling Stone, contrarias a las políticas del presidente Obama.
El Sol está peregrino, sin fuerza o capacidad para influir en la situación. No tiene, en absoluto, control de la situación. No parece haber escape para el Sol: Plutón espera por él. Véase, que sólo dos minutos separan el partil de la cuadratura entre Sol y Júpiter, éste último regente de la casa ocho, la de la muerte. En nuestro caso una muerte militar: Júpiter en Aries y en la casa ocho.
Podemos hablar de un Sol bastante controlado, otros dirían que desubicado, por aquello de estar en un signo del zodíaco que no va con su naturaleza de caliente y seco. Cáncer es frío y húmedo. Sin duda, lo anterior, acentúa más la debilidad del Sol. Ni por esencia, ni por accidentalidad tiene fuerza alguna.
No perdamos de vista que en Cáncer, ubicación del Sol, son perjudiciales los dos maléficos: Marte y Saturno. La milicia y la disciplina, por citar sólo dos de sus significados bastante acordes con el tema que nos convoca. La cuatro y nueve, la seis y siete, las casas regidas por ambos maléficos, contienen los temas que perjudican al General del ejército.
Venus rige la casa diez, la del presidente Obama, y la tres de las revistas y medios de comunicación. Lo cito, a propósito, por saber a Venus como el otro sitiador del Sol.
Todo lo anterior, sumado, no puede menos que acertar a decir que el General sería destituido de su cargo, tal como sucedió y que conocíamos antes de que decidiéramos realizar nuestros análisis. Lo que si no se podía saber así tan fácil, es en qué términos se dio la destitución, incluso, si la misma podría o no representar algún tipo de ventaja o beneficio para el General.
Mi postura y explicación sobre lo anterior, queda más que justificada al ver que el Sol no sólo tiene a su favor la recepción mutua con Júpiter, sino que se da el lujo de disponer de Venus, el significador del presidente, el jefe del General.
Es claro, que el Sol abandona sus debilidades en Cáncer al recepcionar, y en este caso en particular, obligadamente con Júpiter, su única opción, pues de otra manera no existe posibilidad de representar a alguien que cambia su situación y/o condiciones de vida, y de un día para otro. Insisto que la recepción, sólo en este caso, es la manera más contundente de representar a alguien que cambia su situación, que lo sacan de un lugar y lo envían a otro diferente, de alguien que simple y llanamente ha sido relevado de su cargo. Lo que sucede es que el Sol en su nueva ubicación en Aries, su signo exaltación, se fortalece ostensiblemente; y dentro de la casa que entre sus cosas regenta los dineros ajenos.
Mi pensar, al mirar la Carta, es que el presidente Obama (Venus) no quería relevar a su General o por lo menos, todo nos indicaría que presiones externas lo han obligado a tomar la decisión, pero que en su sentir personal no era lo que deseaba. La verdad es que para un planeta peregrino, carente de fuerza y ubicado dentro de la casa doce, nada le es fácil, no puede en absoluto lograr ni decidir sobre algo en particular. En últimas, lo que pretendo decir, es que el General no fue relevado por el presidente, ha sido decisión personal y autónoma del General la de irse de su cargo, a la espera de que su nueva ubicación dentro de la casa octava le reporte algún tipo de beneficio monetario. Mientras Venus tiene dignidad o poder sobre el Sol sólo por decanato, la más débil de todas; el Sol tiene dignidad sobre Venus y tanto por signo como por triplicidad. No cabe duda, que el Sol es el que tiene el sartén por el mango, a lo que se suma que exalta a Júpiter, luego acepta de buena manera su propuesta, que es la de las casas cinco y ocho, las por él regidas. No perdamos de vista que ambos, presidente y General, parten de ubicaciones nada emparentadas, es como si cada uno viviera en un mundo diferente, nada les une y nada es común. En conclusión, Venus no tiene el suficiente poder por dignidad para decidir la suerte y vida del Sol, por el contrario, éste si tiene poder suficiente para decidir la suerte de Venus, del que insisto, que dentro de la casa doce para nada está cómodo y no puede ser decisivo. No hay manera alguna de que Venus pueda mejorar su actual situación, el Sol si lo puede hacer: la recepción con Júpiter es su carta de salvación.
La prueba final, con la que puedo justificar que el presidente Obama no pudo haber decidido la suerte del general, la sustento en: Marte, el regente de la casa cuatro, la del final, se ubica dentro de la casa uno del General. Lo más contundente sería decir que en Escorpión no tiene cabida Venus, es su signo de exilio. Además, si lo anterior no fuera suficiente, en Virgo, signo de ubicación de Marte, Venus tampoco tiene ingreso, es su signo de caída. No perdamos de vista que Marte es el planeta correcto para hablar de militares, y aunque el General sea un militar de alto rango, no deja de ser en su ámbito un soldado más, uno que en la guerra tiene que ir al frente de batalla como cualquier otro de sus subordinados.
Giovanni Londoño Romero
Santiago de Cali – Colombia, junio 24 de 2010.
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